martes, 30 de julio de 2013

28 de julio de 1947

México, 28 de julio, 1947.


Mi bien:

Dios quiera que hayas llegado a tiempo para todo cuanto necesitabas hacer. En estos momentos son las 7 ½ p.m. y ya está obscureciendo. Después de que te fuiste, acompañé a mi tía a recoger las refacciones del coche. Más tarde y como ella tenía otras ocupaciones, me dejó en Bucareli, en donde tomé un camión Santa María, que me trajo a la casa. Ahora, en la tarde, fuimos mi mamá, Lili y yo con mi papá al Puerto de Liverpool a hacer algunas compras, y hasta hace unos minutos que regresamos. Mañana continuaré escribiendo, pues quiere mi tía que le dé más puntadas a unos purificadores. ¡Hasta mañana!

(En la misma hoja) Julio 29-1947

Hubiera deseado escribirte más temprano, pero esto no fue posible. Y voy a decirte el porqué: mi mamá y yo fuimos a Mixcoac a la casa de los Padres Paulinos, a la primera misa que se celebra en dicha casa. El oratorio es una monería. Apenas si cabíamos cinco personas, imagínate. Es como la mitad del de aquí. La misa fue a las 8, pero nosotros estuvimos desde a las 7 ¼. Después de terminada la misa, quiso el padre que desayunáramos con él. Aceptó mi mamá, aunque con mucha pena por mi parte. En desayunar y que mi mamá habló de lo lindo, nos dieron las 10 ½. Regresamos a la casa cerca de las 11, hora en que comencé a arreglar la casa y… se fue la mañana.

Pero dejemos tanto detalle y tanta cosa sin importancia, para saber: ¿Cómo va tu trabajo? ¿Tus clases? ¡Cuéntame! Ya sabes cuánto me interesa todo esto.

Saluda con mucho cariño a mis tíos y, como siempre, a todos y cada uno.

Te quiere con toda el alma

María de la Luz

Agustín

A ti, a quien quiero tanto,
gozosa te vengo a decir:
¡una sola vez he amado,
sólo una y es a ti!
Tengo a Dios como testigo,
impartiéndonos su bendición.

No lo olvides, corazón.

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