sábado, 30 de noviembre de 2013

1 de diciembre de 1947

México, a 1 de diciembre de 1947.

Mi encanto:

¿Cómo está mi muchachito? ¿De veras ya estás bien? Quisiera saber tan seguido de ti. Hoy tenía esperanzas de recibir carta tuya, pero no hubo… Será mañana. ¡Ya tengo muchas ganas de platicar contigo! ¡Hace tanto tiempo que no lo hacemos, y me hace tan feliz!

¿Me preguntas que si te extraño, que si estoy contenta? ¡Ay, vida de mi vida! Bien sabes que sin ti no tengo alegría completa, y sólo Dios sabe cuánto me cuestan estas ausencias.

Te dije que no vinieras el miércoles, pues realmente sería demasiado egoísmo de mi parte hacerte venir por un solo día; pero esto no quiere decir que deje de extrañarte, ni mucho menos que sean pocos mis deseos de verte.

¡Qué bueno que vayas con tus compañeros! ¿Dices que al rancho de uno de ellos? Ya me contarás cuando nos veamos lo que te divertiste, ¿eh, mi muchachito? Pero no hagas locuras, amor mío. Ya no quiero que te vuelvas a enfermar.

El día de hoy, mientras arreglaba la casa, hice un examen leve de mi cariño por ti, y sin comparación es mucho más que hace cinco meses. Mientras más va pasando el tiempo, más voy uniéndote a mi vida, y mis pensamientos y mis ilusiones en ti encuentran su dicha.

No sé qué decirte acerca del trabajo del que me hablaste. ¡El frío es tan excesivo! ¡Los días tan cortos! En fin, Dios quiera que no te haga daño. Abrígate bien. ¡Cuídate mucho! Te espero para ir a ver a la Santísima Virgen de Guadalupe. ¿Verdad que tú también lo deseas? 

Quiere mucho y nunca olvides a quien te adora.

Tuya

María de la Luz

1 de diciembre de 1947

Puebla, a 1 de diciembre de 1947.

Mi querida María de la Luz:

No te había escrito con la esperanza de que nos veríamos pronto, pero creo que llegará el domingo 8 y todavía no podré estar por allá, pues voy a salir el jueves para Tlatlauqui  y voy a ser todo lo posible para estar en Puebla el sábado y así ir a verte el domingo. Ya te avisaré.

Parecía que estando en vacaciones tendría más tiempo de ir a verte, pero no es así pues ahora tengo que estar pegado al despacho de mi papá y antes, con el pretexto de que estaba estudiando, pues no me daba trabajo; pero ahora pues ya tengo trabajo y un montón, de modo que mis estancias por allá serán también más cortas. Además de que estamos mis compañeros y yo estudiando para presentar la materia que nos falta. 

En cuanto a mi enfermedad, ya pasó y ya me voy a cuidar, pues me disgusta mucho estar enfermo.

Hoy me levanté a las 6 1/2 de la mañana y me fui a estudiar hasta las 10, y en estos momentos te estoy escribiendo. Mañana voy a ir con mis compañeros a un rancho a pasear. A ver si puedo ir el miércoles. Pero no te lo aseguro. Es más bien un deseo que ya no pudo estar guardado y ya te lo escribí.

Saludos a todos, a tía Luchena, a tu mamá, a Titi y a Lily. Y tú recibe el cariño de quien no te olvida.

Agustín

jueves, 28 de noviembre de 2013

29 de noviembre de 1947

México, a 29 de noviembre de 1947.




Querido Agustín:

Detenidamente he leído la propaganda que me hiciste favor de enviarme, y veo con mayor claridad el bien que puede hacer la mujer dentro de la política. Es muy cierta la influencia que ejerce en el hogar y es por eso que espero que todo salga bien y Acción Nacional triunfe.

Las fotografías están muy bien, sobre todo las interiores. Están claras y muy bien tomadas.

Ojalá no te hayas molestado por mi insistencia en verte. Ya podrás comprender mis deseo de decirte de palabra y personalmente lo que te felicito y lo contenta que estoy por el resultado de tus exámenes.

Cuídate, cuídate mucho, pues el frío que está haciendo es terrible y ya sabes cuánto me inquieta saber que te encuentras mal. Durante tus exámenes, ¿era indispensable que salieras aún con calentura, que me dices tenías? ¡Pobrecito mío" Pero ahora, ahora procura salir lo menos posible.

Saluda a todos con cariño. Y tú recibe todo mi amor.

María de la Luz

miércoles, 27 de noviembre de 2013

28 de noviembre de 1947

Dibujo de Agustín
Letra de María de la Luz

Puebla, a 28 de noviembre de 1947.

Mi querida María de la Luz:

Ya han acabado mis exámenes, y me hubiera gustado salir para México, D.F. hoy mismo; pero parece que Dios me castigó por haberte dicho que iría yo hasta el 8 de diciembre, pues tengo catarro y tos. Hubo exámenes a los que fui con calentura. En estos momentos estoy mejor y voy a cuidarme.

El domingo serán las elecciones para presidente municipal. Mi papá está en la planilla de Acción Nacional para regidor de Obras Públicas. Te mando algo que te orientará sobre la política. Y yo seguiré platicándote sobre ese aspecto cuando nos veamos. 

El domingo votará por primera vez la mujer aquí, en Puebla. Es claro que si para el varón es molesto, también para la mujer. Ya te contaré cómo estuvo el domingo, pues puede haber balazos. Mi papá es jefe de una casilla. Reza porque todo salga bien y triunfe Acción Nacional.

Te mando también las fotografías. ¿Ya vas a clase de piano?

Espero curarme pronto e irte a ver. Por ahorita me despido, mandándoles saludos a todos. Y tú recibe el amor de quien no te olvida.

Agustín

sábado, 23 de noviembre de 2013

24 de noviembre de 1947

Viñeta de Historia Gráfica en LA mayor
Dibujante: Agustín Aguilar Tagle

24/XI/47

Son las 9 1/2 y acabo de oír misa y comulgar por ti (vino el padre González). Mañana y el 27 oiré misa y comulgaré por mi amor, como lo he hecho ahora.

Con mucho gusto te guardaré las calaveras que hiciste en 1943, y habiendo sacado las copias que deseas de las de Nico, te devuelvo el original y algunas copias. A la historia gráfica ya le puse fechas, y estoy muy contenta pues creía que sólo yo recordaba todo aquello. 

Saludos para todos. Y para ti el inmenso e invariable amor de tu María de la Luz.

México, a 24 de noviembre de 1947.

Viñeta de Historia Gráfica en LA mayor
Dibujante: Agustín Aguilar Rodríguez

Mi Agustín:

¡Qué torpe y tonta me porté ahora que hablaste por teléfono! Quise decirte "¡Qué bueno!", al saber que saliste bien de tus exámenes de hoy.  ¡Mil veces bendito sea Dios! Me hace tan feliz tu triunfo que… Perdona, perdona el que no sepa expresarte lo que siento. Lo esperaba, sí, y sin embargo me he puesto tonta (¿más?) y no he tenido palabras para felicitarte. Uno, dos, muchos abrazos por lo que has logrado. Y no tengo que darte más que mi turbación y mis lágrimas derramadas junto al teléfono, después de oír tu querida voz. Mis ratos de amargura, mis aflicciones, todo, todo lo doy por bien pagado, por lo que tú ahora estás contento. 

Pero no te quitaré el tiempo, pues aún faltan algunos exámenes. Me despido. Dios quiera que sea por muy poco tiempo, pues ya deseo verte.

Tuya, María de la Luz.

NOTA. La primera parte de este texto fue escrito en la carta del día anterior (23 de noviembre). Esto significa que ambas fueron enviadas el 24.

23 de noviembre de 1947

Viñeta de Historia Gráfica en LA mayor
Dibujante: Agustín Aguilar Rodríguez
México, a 23 de noviembre de 1947.

Mi muchachito:

Sabiendo ya la hora de tus exámenes, con todo el corazón rezaré a la Santísima Virgen de Guadalupe por ti. Cuando mi carta llegue a tus manos, sin duda habrás pasado tus exámenes, al menos los cuatro primeros que me dices serán el 24… 


El 5 de julio de 1947. María de la Luz visita con Ma
la casa de unos sacerdotes y compra ahí esta
estampita de la Virgen de Guadalupe,
la cual regala a Agustín.
¿Saliste bien en ellos?

Le prometí a nuestra Virgencita ir a su Basílica si me concedía lo que tanto le pido, y tan sólo espero contestación tuya para cumplir mi promesa junto con la acción de gracias.

Tuya siempre.

María de la Luz

miércoles, 20 de noviembre de 2013

21 de noviembre de 1947

México, a 21 de noviembre de 1947.




Alma mía:

Aún teniendo grandes deseos de escribirte, he prescindido de ellos pues comprendo perfectamente lo decisivo de estos días. Aunque estoy con plena seguridad de tu triunfo, no dejo de inquietarme por lo que tú puedas pasar. Como en otra ocasión, sólo te suplicaré que me pongas unas cuantas líneas, las necesarias para decirme lo relativo a tus exámenes.

Explicaré mejor lo de "mis inquietudes". Ellas se deben únicamente a tu salud, pues por lo demás no temo absolutamente nada, ya que sé que el resultado de tus exámenes será el más brillante y por ello, desde ahora, ya me siento orgullosa de ser la novia del mejor de los estudiantes.

Ayer traté de comunicarme con la Herrería Hércules, pero no trabajaron y no hubo quien me contestara. Hasta ahora hablé con la señorita, quien me dijo que las ventanas ya están terminadas y que las embarcarán el lunes.

No he recibido tu tarjeta, pero (como me dijiste por teléfono) por ella sabré la fecha de tus exámenes, y desde aquí, a los pies de Nuestro Señor, te acompañaré, encomendándote al Espíritu Santo. Y no dejes de comunicarme tus calificaciones tan pronto como las sepas. En todo momento estaré a tu lado y seré tuya.

María de la Luz.



NOTA. El poema que María de la Luz envía a Agustín no es, como ella supone, de Manuel M. Flores sino de José Antonio Pérez Bonalde (1846-1882). Parece, a juzgar por esta confusión, que la joven transcribió de memoria los versos octosílabos del poeta venezolano (cuatro de los catorce cuartetos que conforman el poema poema completo). 

lunes, 18 de noviembre de 2013

20 de noviembre de 1947


Viñeta de Historia Gráfica en LA mayor
Dibujante: Agustín Aguilar Rodríguez
Registro de fechas: María de la Luz Tagle Osorio


Puebla, a 20 de noviembre de 1947.


Mi querida María de la Luz:

Acabo en estos momentos de comer solo, servido por la criada, pues a las 11 se fueron todos a ver las regatas internacionales (o nacionales) en Valsequillo. Se fueron tres familias en el camión: los Aguilar Rodríguez, la familia de la esposa de Ismael (o sea, González) y además la familia del novio de Piedad. Yo me tuve que quedar pues tengo todavía mucho que estudiar.

¿Qué tal estás? ¿Por qué no me habías escrito? ¿Estás enojada? Yo ya te he contado cosas que ni yo mismo me las explico. 

Te mando las calaveras, que me parece en 1943 hice yo. Guárdamelas, porque son las originales.

A veces pienso en mi vida pasada… y toda me parece un sueño. Sólo contigo estoy viviendo una vida real. 

Tengo un poco de catarro.

Dispensa lo discordante de mis ideas, pero cuando me pongo a pensar en el presente y el futuro… En el presente, a pesar de no merecerlo, tengo un querer, el cual siempre deseé. El futuro… una incertidumbre; pero espero que Dios nos ayudará.

Saludos a todos. Otro día te mando las calaveras que hizo este año Nicolás. Se despide quien te quiere y no te olvida.

Agustín.

A la Historia Gráfica ponle fechas. Las calaveras que hizo Nicolás te las mando, saca unas copias y devuélvemelas.

NOTAS. Sin ser muy claro en la autoría, Agustín habla de calaveras hechas en 1943. Aún estamos buscando ese documento. Hemos encontrado, sin embargo, las calaveras de 1948. Éstas serán publicadas cuando lleguemos a noviembre de ese año.

martes, 12 de noviembre de 2013

13 de noviembre de 1947



México, 13 de noviembre de 1947.

Amor mío:

Sólo unos cuantos renglones para recordarte los apuntes que prometiste traerme, quiero decir, los que faltan. No los olvides. Recibe mientras tanto todo mi cariño.

Hasta pronto. Tuya.

María de la Luz



lunes, 11 de noviembre de 2013

12 de noviembre de 1947

Puebla, a 12 de noviembre de 1947.

Mi adorada María de la Luz:

Cada día que pasa tengo más deseos de verte. Ayer tenía ganas incontenibles de hablarte por larga distancia, pero me vino a calmar tu carta.




Yo sigo estudiando, pues el tiempo corre. Ahorita son las 8 y ya me voy a estudiar a casa de mi compañero Ramón Lozano, de modo que me despido deseando que todos estén bien. Y tú recibe en especial el cariño de quien no te olvida y te ama.

Agustín

P.D. Recibí tu carta que escribiste en el correo el lunes. Hoy te hablaré por teléfono, tal como te dije.

12 de noviembre de 1947

México, a 12 de noviembre de 1947.

Mi Agustín:


A medida que te voy conociendo, va creciendo el amor que te tengo y, como ya te he dicho en otras ocasiones, te quiero y todo me parece muy bello. Pero luego vuelvo los ojos a mí y entonces no tiene comparación mi tristeza, pues he llegado a ti con las manos vacías y mi gran fortuna es el corazón lleno de ternura y mi único saber es quererte.

Mi malestar, te diré, se debe únicamente a mi necio romanticismo, que yo creía haber exterminado; pero ahora poseo el contraveneno, pues no hay razón para vivir eternamente amargando a los demás. Y trataré, como tú, de estar y vivir siempre contenta.

El día que te hable, no noté la brusquedad a la que te refieres, y aunque así hubiera sido, no tienes por qué preocuparte. Sé perfectamente que tendrás tus cambios y a ellos me acostumbraré y te querré en todo momento. En un hombre es común que tenga sus malos ratos, y es por eso que no me espantaré el día que en realidad me trates con brusquedad, pues lo atribuiré a algún disgusto o mal humor que con nadie mejor que conmigo debes descargar.

Tendré muy en cuenta las palabras de tu carta y procuraré ser consecuente con nuestros superiores.

Tus fotografías, que todos han visto en la casa, están muy bonitas. Y lo único que puedo decirte es que el fotógrafo no es chambón sino modesto. Yo, en cambio, te mando las fotos que tomé en Chapultepec para que veas que no tengo "cuate" retratando. Te vas a reír mucho, lo sé, pero de eso se trata. Fíjate bien en ellas… ¿Apoco no son buenas? Una la tomé de pulpo a pulpo, otra en el Moon Rocket; otra, la que está, obscurita, la tomó Lili y soy yo montada en un caballo, pero sólo salió la silueta; y por último, en el Avión del Amor. También te mando una postal que nos tomaron al salir de la Feria.

Da nuestros saludos a todos en tu casa. Y tú recibe todo mi gran cariño. Tuya.

María de la Luz

domingo, 10 de noviembre de 2013

10 de noviembre de 1947

México, a 10 de noviembre de 1947


Querido mío:

En los momentos en que te escribo acabo de depositar las fotografías, que van en una revista. Las arreglé de modo que no se doblen ni maltraten. Y no las puse en una caja, pues tardarían mucho más en llegar.

Con calma te platicaré, pues, como te digo, estoy en el correo y en posición bastante incómoda, debido a mi estatura, pues apenas si alcanzo la tabla esta. 



Ayer recibí tu carta, y a ella le daré contestación ahora mismo, pero en la casa. Ya he escrito bastante, pues figúrate que creo poder terminar mañana. Recibe en estos cuantos renglones todo mi gran cariño y los deseos de pronto tenerte a mi lado.

Tuya

María de la Luz

CARTA ESCRITA DURANTE LA NOCHE DEL MISMO 10 DE NOVIEMBRE


Mi Agustín:

Ya es de noche y mi mayor consuelo lo encuentro escribiéndote, como ahora, o releyendo tus cartas. Hace un frío terrible y el único ruido es el que hace el reloj del comedor (que nunca marca correctamente la hora).

Y bien, mi muchachito, lo que más me llamó la atención en tu carta fue el azul de tu papel y "mis emociones e incertidumbres". De ello me platicarás cuando nos veamos, ¿no es así?

Ayer fuimos a Chapultepec, a pie hasta el Lago. Y de ahí nos pasamos a la Feria. Yo no me quería subir a nada, pero insistieron las muchachas con quienes fuimos. Y al fin dimos unas vueltas en El Pulpo y una en el Moon Rocket. Comimos chicharrones y tomamos refrescos y paletas heladas. Saqué varias fotos, que mañana recogeré (y si están bien, te las mando).

En la tarde hablé por teléfono con la Nena, pues no pude ir a visitarla porque no había quién me acompañara. Más tarde, me puse a leer el libro del padre Llorente y estudié algo en el piano. En la noche, fuimos con Ma a tomar nieve a Chiandoni y de regreso compramos pastelitos para merendar.

Como siempre, es preciso que nos despidamos, aunque nunca, al menos yo, lo deseo.

Saludos para todos. Y para el corazón de quien nunca te olvida.

María de la Luz

P.D. ¿Vendrías el sábado? ¡Dios lo quiera!

NOTAS. (1) Al decir María de la Luz que ya ha escrito bastante, está refiriéndose a los textos que Agustín le encargó para sus tareas universitarias. (2) Ubicada en el número 225 de la calle de Pensilvania (entre Tennesee y Wisconsin), Chiandoni es un de las neverías tradicionales de nuestra ciudad. Fue inaugurada en 1939 por Pietro Chiandoni, quien huyó de la guerra y llegó a México, adquirió el terreno de la Colonia Nápoles y continuó con el negocio familiar: hacer gelatos a mano. Su especialidad es el helado de vainilla con hot fudge, pero también es posible disfrutar Espumoni, Banana Split, Peach Melvas y muchas delicias más. (3) María de la Luz escribe la primera parte de la carta en el Palacio de Correo, pues es ahí desde donde acostumbra enviar sus cartas a Agustín.

9 de noviembre de 1947

Puebla, a 9 de noviembre de 1947.




Mi querida María de la Luz:

Recibí tu carta por entrega inmediata y la leí y releí, y al compararla con mis cartas, sobre todo la última, me dan pena, pues no me salió como yo quería ni es comparable con la tuya. 

En mi anterior te digo que te traté bruscamente por teléfono, y así fue al decirte "¿Nada más para eso me hablas?", cuando en realidad cualquier motivo lo considero muy importante, con tal de oír tu dulce voz, la voz que amo con todas mis fuerzas. También te dijo: "Haz lo que quieras". Eso fue porque no quiero que te molestes. Y me aguantaré mis ansias por ver las fotos, con tal de que no te molestes.

Me imagino contra las cosas que te revelas. Hay que ser consecuente con los superiores de uno, sobre todo en este tiempo en que estamos por formar un hogar y unir dos vidas, pues la voz de Dios sólo se oye por este santo medio de las disposiciones de nuestros superiores, y nuestro amor debe agrandarse. Y mientras más sacrificio, más se agiganta un amor verdadero.

Yo estoy muy contento, en lo posible, sin estar cerca de ti; pero si soy culpable de tu malestar, estoy dispuesto a hacer todo lo que está en mí para que estés bien.

No sabes cuánto te agradezco que me escribas en máquina mis tareas del colegio y todavía más el que te esfuerces por dominar el piano. Esto es para tu bien, para mi bien y para bien de los dos. Yo, apenas pasen mis exámenes, voy a tratar de pulirme, para ser más digno de tu amor.

Al pensar en ti, vuelvo a la realidad de la vida y tengo más confianza en Dios. Tengo muchos proyectos y espero llevarlos a cabo.

Saluda a Ma, a tu mamá, a Titi y a Lily. Y tú recibe el eterno amor de tu Agustín.

P.D. Te mando las fotos. Todavía soy un fotógrafo chambón. Tu retrato me salió encima con la foto de la fuente. La segunda de la fuente salió movida. La de Lily no sé si le gustará (y si quiere romperla, que la rompa). Sólo las dos tuyas… ¡estás magnífica! Una con sombras, pero -como siempre- tú has eclipsado los defectos del fotógrafo.

Agustín.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

7 de noviembre de 1947

Puebla, a 7 de noviembre de 1947.

Mi adorada María de la Luz:

Otra vez, lejos de ti, tengo grandes deseos de oír tu voz, de verte. Pero ya que no es así, te escribo en este papel azul, un ligero símbolo de mi felicidad.

No sabes cómo te agradezco los sándwiches, que me comí en el camino, en Río Frío, con una cerveza Sol. Los remojé de tal manera que me supieron deliciosos y me pusieron de muy buen humor, recordando mil y una cosas agradables.

Fui leyendo el Digesto Católico, que es muy bonito e instruye mucho.

Tengo muchas ganas de platicar contigo sobre mis emociones e incertidumbres.

Has de estar muy ocupada. Por eso no te insisto en que leas lecturas (si me permites decirlo así) que sean instructivas.

Dispensa si ahora que me hablaste por teléfono te traté bruscamente, pero no quise hacerlo. Saludos a todos y recibe el amor de quien no te olvida.

Esta imagen pertenece a un ejemplar
de la edición argentina
del Digesto Católico

7 de noviembre de 1947

México, a 7 de noviembre de 1947.

Amor mío:

Mucho me costó el no haberte podido acompañar hasta el camión. Y mucho más aun el separarme de ti. Me revelo contra ciertas cosas, pero bien veo que todo es inútil. Y tan sólo le pido a Dios Nuestro Señor fuerzas para soportar estos ratos de tremenda amargura, ya que ellos son correspondidos con creces con la felicidad que tú únicamente me das y me darás.

Todo el resto del día de ayer y lo que va del de hoy, me he sentido con un malestar terrible. No del cuerpo, no (y eso es lo peor). He tratado de no estar ni un momento desocupada, para así distraer el pensamiento. 

Ya te tengo veinte hojas escritas (de las que he copiado), que desde luego son menos en máquina. Creo que podré, y sólo falta que a ti te parezcan bien. 

Ahora en la tarde fui al Centro con Lili a recoger las fotografías. Las ocho salieron bien, aunque el señor que me las entregó me dijo que les faltaba luz y tiempo. Pero, ya te digo, a mí me gustaron mucho. ¿Quieres que te las mande en la siguiente carta que te escriba?

Ahora en la noche te hablaré, para más rápidamente sacarte de la duda con respecto a las fotos. En la fotografía donde estás y en la que estamos los dos, fueron las únicas que preferí no enseñarle a mi papá. Las otras las vio y le gustaron. Supo que tú las habías tomado.

En la mañana vino a verme el profesor Ríos. Dice que me acepta nuevamente como su alumna. Nos trajo una invitación para la audición que darán sus alumnos el 17 del presente, a las 20 horas.

Y por contarte tanta y tanta cosa, pasé por alto lo que a mí más me interesa. ¿Cómo estás, amor mío? ¿Me extrañas tanto como yo a ti? Piensa que estoy a tu lado. Yo ya he hecho la prueba, y con esto calmo en algo mis angustias. Te imagino junto a mí cuando escribo, cuando arreglo la casa o el jardín, cuando camino sola por la calle, cuando me siento al piano y hasta cuando canto. Eres tú mi invisible compañero, al único al que he sabido confiar mis más íntimos sentimientos, guardados en tu pecho como yo he sabido hacer un templo con tu cariño, un templo en donde sólo reina Nuestro Señor.

Con toda mi ternura.

María de la Luz

sábado, 2 de noviembre de 2013

3 de noviembre de 1947

Viñeta de Historia Gráfica en LA mayor
Dibujante: Agustín Aguilar Rodríguez
Registro de fechas: María de la Luz Tagle Osorio

Puebla, a 3 de noviembre de 1947.

Mi querida María de la Luz:

Hubiera querido haberte escrito antes, pero hoy no me levanté hasta las 8 1/2. Desayuné y me puse a hacer un trabajo de mi papá, e igual en la tarde. Hasta estos momentos me puse a escribirte, para decirte que no me olvido ni un momento de ti y que ya tengo deseos de verte.

Ayer, a las 8 de la mañana, ya estaba yo en la casa de mi compañero Ramón, y de aquí a que nos reunimos nos dieron las 10 de la mañana, de tal manera que salimos en dos coches ocho amigos para Atlixco, al rancho de  Ramón.

Ya en el rancho, nos pusimos a practicar Tiro al Blanco con un rifle 22. El blanco era una naranja, colocada a unos treinta metros. Yo, de tres, le pegué una vez. Después, paseamos a caballo y jugamos carreras. A mí me tocó uno muy bonito.

Visitamos la iglesia y después comimos en el comedor del casco de la hacienda. Cantamos un rato y después fuimos a Jagüey y abordamos una lancha de hule. Llevamos el rifle (también tiramos). Remamos con manos y pies y con remo. Después, nos bajamos a tierra. Y para que los otros desembarcaran, después de un rato de dormir, tuvieron que mojarse con el agua que les salpicamos con piedras. Sacamos fotografías y regresamos al casco, donde comimos naranjas que cortamos de los árboles, y a las 6 1/2, ya oscureciendo, volvimos a Puebla, muy contentos, y mi compañero nos llevó a nuestras casas a cada uno, en su coche.



Espero que no te hayas cansado mucho en la colecta. Muchas gracias por haberme pedido permiso. Y ya sabes: para mí, con que seas una buena hija y seas comprensiva con tu mamá y tus superiores, seré muy feliz.

Saludo a todos. Adiós.

Agustín

NOTA. Atlixco es un municipio de Puebla dentro del que se encuentra una pequeña localidad llamada Techichula, conocida por su jagüey (pozo o zanja profunda llena de agua).