miércoles, 14 de agosto de 2013

20 de agosto de 1947

Puebla, a 20 de agosto de 1947.

Mi querida María de la Luz:

Recibí ayer tu carta, la cual hoy contesto para poder acortar, aunque sólo sea por un rato, esos 140 kilómetros de distancia material, pues tú siempre estás junto a mí... y todavía más en los momentos en que leo tus cartas, que me transportan hacia ti.


No he ido a misa ni a comulgar, pero creo estar en la fiesta, procurando que todos mis deberes sean cumplidos. Sin embargo, procuraré tener tiempo para todo en este estado de emergencia en que vivo.

El partido no fue hoy. Puede ser que sea el viernes. Espero que nos veamos el domingo.

Te mando las fotos, que al rato voy para la Fotografía a traerlas, pues en este momento ni yo las he visto. También te mando para Lily.

Saludos a tía Luchena, a Titi, a tu mamá, a tu mamá y a Lily. Esperando tus letras, se despide quien te quiere con toda el alma.

Agustín

NOTAS. (1) Descubrimos en esta carta que Agustín vive ya "la angustia de la distancia" (quien ha vivido la experiencia del amor pasional, sabe a qué me refiero): el joven señala que hay aproximadamente 140 kilómetros entre Puebla y México. Para cualquier mortal, esa distancia es insignificante (dos horas de viaje en Pullman de ADO). Para el enamorado, es una distancia semejante a la que hay entre la Tierra y Alfa Centauri. (2) Abajo de estas notas, muestro una de las fotografías a las que se refiere Agustín en su carta. Se trata de tía Lili posando para su primo y futuro cuñado. Esta imagen pertenece a una serie. En cartas anteriores publiqué algunas.




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