sábado, 5 de octubre de 2013

5 de octubre de 1947

Puebla, a 5 de octubre de 1947.

Mi querida María de la Luz:

Qué largos se me hacen los días sin verte. Como te decía en mi anterior carta, llegamos bien la Nena y yo. Y me fue platicando que estuvo muy contenta con ustedes. Asimismo, cuando llegamos a acá, se pusieron mis papás y hermanas muy contentos. Y quién sabe qué me hubieran dicho si no llego con ella. Creo también haberte dicho que al día siguiente tuve un reconocimiento en la mañana. Salí bien. E, igualmente, en la tarde tuve el final de otro. También salí bien. El sábado y el domingo los he pasado regular. Quiero decir, no he tenido mucho trabajo. Y si no te había escrito es porque esperaba carta tuya. Pero no he aguantado ya, y con ésta quiero que te lleguen todas mis ansias por darte mi pobre corazón, que tiembla ante tu presencia. 

Pues bien, María de la Luz, estoy ya en la recta final de mi carrera. Quiero que pidas a Dios por mí, para que no reviente y llegue bien. Faltan ya un poco más de un mes para mis exámenes. Voy a estar muy ocupado, y quiero que no te olvides de mí. Pídele a Dios que refuerce mi memoria y mi entendimiento, sobre todo mi memoria, que anda medio mal. Gracias a Dios te tengo a ti, y creo que sabré corresponderte, pues mi voluntad te la he dado y quiero que mis facultades llenen en lo posible tus ideas. Después de mis exámenes, vendrá la tarea de mi tesis. Y más adelante estaré dedicado solo a ti.

Como te digo en mi anterior, no hubo el trabajo, es decir, se aplazó, pues el tiempo por Teziutlán está malo, peor que aquí. Puede ser que tenga que ir a Tlatlauquitepec la próxima semana. Saludos a todos y tú recibe toda el alma de quien te quiere.

Agustín

NOTA. El texto de la hoja arriba transcrito cierra con la despedida de Agustín. Sin embargo, sus páginas están numeradas (1 y 2) y junto a ella aparece una segunda hoja, cuyas páginas también están numeradas (3 y 4). Y aunque no estoy seguro de que ambas hojas pertenezcan a la misma carta, transcribo a continuación la mencionada segunda hoja.

No sabes cuánta alegría me trajo el oír por teléfono tu voz. Ya extrañaba tus letras. 

Te mando la nota para que, si no han mandado la vajilla, mejor tú... Si tiene facilidad tía Luchena de que te lleve en coche, digo que tú recojas la vajilla. Y yo ya pasaré a recogerla un día de éstos.

Te contaré que hoy me levanté a las 6 y fui a misa de 6 1/2. Y ahora que me acuerdo, figúrate que el viernes no comulgué, pues me levanté a las 3 de la mañana a preparar el reconocimiento. Como a las 5 tuve hambre y tomé flan. De modo que ya no comulgué. Pues te decía que hoy fui a misa de 6 1/2, y después de desayunar me puse a hacer un proyecto para mi examen final de Puentes, como a las 11 fui a sacar una fotografía de la exposición de las Misiones que quería Rafael. Después, fui a un terrenito que tenemos por aviación, a donde se habían ido todos menos Teresa. Ahí saqué más fotos y jugamos, respiramos aire puro y corrimos. Nos devolvimos con hambre, comimos y después vinieron de Orizaba tía Trini y María de Lourdes. Venían en un coche y se regresaron luego a Orizaba.

Adiós... o, mejor dicho, hasta la vista.

Agustín.

P.D. El viernes estuvo aquí mi padrino, el señor Corona (arzobispo de Papantla).

NOTAS. (1) La Nena a la que se refiere Agustín es su hermana Esperanza (en la fotografía de esta entrega, Esperanza aparece al lado de su hermano Rafael. (2) Teziutlán es una ciudad poblana cercana a Veracruz. (3) El terrenito del que habla Agustín es Santa Bárbara, una pequeña granja que durante muchos años habría de servir de lugar de reunión para los hijos de Ismael Aguilar  Muñoz y Esperanza Rodríguez Maltrana, así como para sus cónyuges y sus muchos hijos.


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