jueves, 17 de octubre de 2013

18 de octubre de 1947

México, D.F., a 18 de octubre de 1947.

Querido Agustín:

Espero que ya hayas recibido los libros que deseabas. Ellos los deposité, como te dije, el jueves a las 12 1/2. Lo que no me pareció bien fue que hubieras mandado el giro, pues, aunque te cause admiración, mis ahorros alcanzaban para comprar los libros. Ya tenía pensado gastarlos en algo para ti, y ahora que, con el giro, me devuelves el gusto, el grandísimo gusto de servirte en algo... pues, qué quieres, soy tenaz y en otra forma, quizá menos útil, emplearé mis centavos.

Ayer acompañé a Rafael a la casa de tu compañero Othón. No lo encontramos y sólo pudimos dejarle el recado escrito y el número de teléfono de la casa, para que hable con Rafael. Si no habla hoy o mañana, irá Rafael el lunes a una hora en que lo encuentre.

No te extrañará si te digo que mi papá ya no me quiere llevar a Orizaba. Esto me causa cierto disgusto, pues no hay cosa peor que no tener palabra. Por otro lado, prefiero no salir, ya que sólo lo hacía por darte gusto.

No te olvides de los siete domingos a Nuestro Señor San José. El viernes 24 le pediré mucho al Espíritu Santo para que te ilumine. Tengo mucha fe en Nuestro Señor y mucha, muchísima también he depositado en ti. Saludos para todos. Y para ti el cariño de María de la Luz.

P.D. Perdona la letra, pero me tiembla la mano en forma terrible.

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