domingo, 8 de septiembre de 2013

6 y 7 de septiembre de 1947

México, 6 de septiembre de 1947

Querido Agustín:

Bien poco tengo que decirte de esta semana, la cual ha pasado tan lenta como las anteriores. Las tardes las he ocupado en escribir más tarjetas y sus respectivos sobres, que me encargó el padre Oñate. Ni un solo día he dejado de comulgar por ti, y especialmente lo haré el día 10. ¡Dios te ayudará, vida mía!

El lunes es cumpleaños de Tití y ayer en la mañana fui al Puerto de Liverpool a comprarle algunas cosas que le daremos mañana, pues el día 8 no consiente que se le diga ni una palabra. Guarda muchos recuerdos tristes, ya que no vive mi tío, que era toda su alegría.


Junto con tu carta, llegó una de Nico para la familia y unas tarjetas para Lili y para mí.

Tal vez no sea muy oportuna mi pregunta, pero te la haré, pues la he guardado ya mucho, y muchas veces me la he hecho inútilmente: ¿Cuándo vienes? de ninguna manera deseo pasar los días 15 y 16 sola. Rectificaré: de ninguna manera, de ser posible que tú vengas. Pero lo será, ¿verdad? Nunca podrás imaginarte con cuánta ansiedad y alegría espero tu llegada.

De nuestra parte, saluda con cariño a todos en tu casa. Te quiere

María de la Luz

P.D. Te manda muchos saludos mi periquito y me dice: ¿Cuándo viene Agustín? ¿Mañana? Yo le he dicho que sí, para que no se ponga pesado.

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Domingo 7 de septiembre

Ya me disponía a salir para ir al correo, cuando pasó el cartero y con la frase acostumbrada me entrtegó mi carta: "Ésta es para usted". Llena de contento, volví a entrar para leerla sin riesgo de morir bajo las ruedas de un coche.

Créeme, alma mía, que no ha sido voluntario este retraso en escribirte. Mejor dicho, en enviar mi carta. Ayer escribí, y cuando Lilí al fin decidió acompañarme a depositarla, comenzó a llover a cántaros. Y ya no fue posible sacar ni un dedo fuera de la casa. Lilí me consoló diciéndome que de todos modos ya no saldría sino hasta el lunes, y pensé que poniéndola en el correo mayor al salir de misa ganaría el tiempo perdido. Pero, siguiendo mi malísima costumbre de no cerrar el sobre sino en el momento de ponerla en el buzón, llegué y al tratar de pegarla -como día que comienza con mala suerte- el ingrato sobre no se quiso pegar. Como comprenderás, tuve que volver a casa con mis propios honores.

Aprovecho ahora lo sucedido para enviarte todo mi amor con estos renglones, que no son, como dices, buenos. En cambio, en tus cartas encuentro todo cuanto pude desear y que en manera definitiva ha hecho cambiar el rumbo de mi vida y... En fin, son tus cartas las que día a día me traen nuevas y desconocidas alegrías. Has logrado que te quiera más de lo que yo imaginaba llegar a quererte.

Como ves en mi carta escrita ayer, te pregunto cuándo vienes. Y he recibido contestación antes de que llegara a tus manos. Ahora sólo falta que me precises cuándo exactamente.

Te quiere
María de la LUz

P.D. El 25 de septiembre cumplo 21 años. ¿Satisfecho? Ya tú veras si soy vieja.




NOTAS. (1) El R.P. Ángel Oñate es entonces el Superior General de los Misioneros del Espíritu Santo y amigo íntimo de la familia Osorio Mondragón. (2) De Titi (Guadalupe Romero) habremos de hablar más adelante, para hacerlo con calma. Sólo digamos que estamos hablando de una mujer que alcanzó los cien años de edad y a la que los hijos de María de la Luz veríamos sentada y tranquila, encorvada y ciega, junto al hermoso radio de mesa del comedor de casa de Luz Elena Osorio Mondragón (nuestra amada Ma). Titi seguía con mucha atención la transmisión de las corridas de toros y algunas radionovelas). Ahora, por esta carta de María de la Luz, nos enteramos de la amorosa veneración que tuvo Guadalupe Romero por el ingeniero José Luis Osorio Mondragón (Pa), fallecido en abril de 1944, tres años antes de que iniciara la historia de amor epistolar en la que ahora nos encontramos. En alguna entrega próxima subiré una fotografía de Titi. Mientras, conformémonos con una imagen de 1948 tomada durante una comida con un grupo de mujeres italianas que llegaron en esos días de visita. En el sentido de las agujas del reloj, tenemos a María de la Luz (al fondo), una italiana, Guadalupe Romero (Titi, de espaldas), otra italiana, Luz Elena Osorio Mondragón (Ma, tía de María de la Luz), Concepción Mondragón (madre de María de la Luz) y una tercera italiana (tras la planta).


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