Puebla, a 12 de noviembre de 1947.
Mi adorada María de la Luz:
Cada día que pasa tengo más deseos de verte. Ayer tenía ganas incontenibles de hablarte por larga distancia, pero me vino a calmar tu carta.
Yo sigo estudiando, pues el tiempo corre. Ahorita son las 8 y ya me voy a estudiar a casa de mi compañero Ramón Lozano, de modo que me despido deseando que todos estén bien. Y tú recibe en especial el cariño de quien no te olvida y te ama.
Agustín
P.D. Recibí tu carta que escribiste en el correo el lunes. Hoy te hablaré por teléfono, tal como te dije.
No hay comentarios:
Publicar un comentario